Estudio sobre juventud y soledad no deseada en España

La soledad no deseada es un fenómeno cada vez más frecuente en nuestra sociedad. Aunque a menudo se asocia con las personas mayores, cada vez existe una mayor incidencia entre la población joven, tal y como demuestra el reciente Estudio sobre juventud y soledad no deseada en España. Este estudio, publicado por la Fundación ONCE en colaboración con Ayuda en Acción, se basa en una encuesta realizada a 1.800 personas de entre 16 y 29 años, llegando a la conclusión de que que la soledad no deseada se ha convertido en un problema muy extendido entre la juventud. 


El estudio arroja algunos datos preocupantes, como que uno de cada cuatro jóvenes encuestados (25,5%) afirma sentirse actualmente en situación de soledad. Pero si hablamos de jóvenes que se han sentido solos/as en algún momento de su vida, la cifra aumenta hasta el 69%. Además, las mujeres declaran sentirse solas con mayor frecuencia que los hombres (un 31,1% frente a un 20,2%). Por otra parte, entre las personas jóvenes más vulnerables a padecer soledad no deseada, se encuentran las de rango medio de edad, en situación de desempleo, en riesgo o situación de pobreza, que han sufrido acoso escolar o laboral, con mala salud física o mental, con discapacidad, de origen extranjero o las LGTBI.

La soledad no deseada no se debe a una causa concreta, sino que está influenciada por diferentes factores, muchas veces interrelacionados entre sí. Entre los factores de riesgo, se pueden destacar:
  • Las relaciones de amistad son las que mayor impacto tienen en la soledad juvenil, más que las familiares o las laborales. Además, la publicación destaca que tanto la calidad como la cantidad de las relaciones son factores relevantes.
  • Las personas que han sufrido experiencias de acoso escolar o laboral en algún momento de su vida se encuentran más a menudo en situaciones de soledad no deseada y tienen un grado de confianza en las personas mucho menor que las que no han sufrido acoso. 
  • La pobreza aumenta el riesgo de soledad. Las personas que tienen dificultades económicas presentan una mayor prevalencia, al igual que quienes están en situación de desempleo.
  • Las personas que residen en municipios de tamaño medio (de 50.000 a 500.000 habitantes) experimentan mayores niveles de soledad, frente a quienes viven en zonas rurales o grandes ciudades.
  • Otros factores que presentan una prevalencia alta de soledad no deseada son la discapacidad, la orientación sexual y el origen. Más de la mitad de la juventud (54,2%) con discapacidad sufre soledad no deseada, y en el caso de jóvenes LGTBI, la prevalencia es casi el doble que entre heterosexuales (39,7% frente a 22,7%).
  • La probabilidad de sufrir soledad no deseada es mayor en personas con problemas de salud mental. Esta probabilidad también aumenta para las personas que perciben su estado de salud de manera negativa o regular.
Extracto de la Infografía accesible del estudio

Por último, el informe propone una serie de recomendaciones para reducir la soledad juvenil, a partir de actuaciones basadas en prevenir, detectar e intervenir. Las recomendaciones se presentan agrupadas en ocho bloques:
  • Favorecer la educación emocional y la inclusividad en todos los tramos educativos.
  • Proteger la salud mental en la adolescencia y la juventud
  • Fomentar las relaciones sociales mediante el ocio saludable
  • Fomentar la participación juvenil
  • Desarrollar servicios de atención juvenil orientados a reducir la soledad
  • Integrar y reforzar el ecosistema institucional
  • Reforzar las políticas educativas, de empleo y de inclusión social
  • Impulso de las actuaciones para reducir la soledad no deseada a través de las universidades

Fuentes y enlaces de interés:

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