La depresión afecta
a personas de todas las edades y condiciones sociales y de todos los países.
Provoca angustia mental y afecta a la capacidad de las personas para llevar a
cabo incluso las tareas cotidianas más simples, lo que tiene en ocasiones
efectos nefastos sobre las relaciones con la familia y los amigos y sobre la
capacidad de ganarse la vida. En el peor de los casos, la depresión puede
provocar el suicidio, que actualmente es la segunda causa de muerte entre las
personas de 15 a
29 años de edad. La OMS pone en
marcha la campaña de un año de duración , titulada Hablemos de la depresión, que
tiene por objeto ayudar a las personas con depresión o a quienes conocen a
alguien que la padece.
Los adultos mayores
con depresión tienen un desempeño más deficiente en comparación con los que
padecen enfermedades crónicas como las enfermedades pulmonares, la hipertensión
arterial o la diabetes. Este trastorno también aumenta la percepción de tener
mala salud, la utilización de los servicios médicos y los costos de la
asistencia sanitaria.
No obstante, la
depresión se puede prevenir y tratar. Una mejor comprensión de qué es la
depresión y de cómo puede prevenirse y tratarse contribuirá a reducir la
estigmatización asociada a la enfermedad y conllevará un aumento del número de
personas que piden ayuda.
Es importante que
los sanitarios y la sociedad en su conjunto presten atención a las necesidades
especiales de los grupos de población de riesgo mediante la promoción de hábitos activos y saludables.
Ello supone crear condiciones de vida y entornos que acrecienten el bienestar y
propicien que las personas adopten modos de vida sanos e integrados. La
promoción de la salud mental depende en gran medida de estrategias que
faciliten las intervenciones psicosociales
y que cuenten con los recursos
necesarios para satisfacer las necesidades
detectadas.
Que se puede hacer para
apoyar y mejorar la vida de las personas que la padecen, así como a sus familias:
un diagnóstico temprano para promover el
tratamiento oportuno y óptimo; la optimización de la salud física y psíquica y el
bienestar; la identificación y el tratamiento de las
enfermedades físicas conexas; la detección y el tratamiento de síntomas comportamentales
y psíquicos difíciles; el suministro de información y apoyo prolongado.
Para mejorar la información y la sensibilización de la población en relación a la depresión, la OMS ha editado unos folletos para difundir en centros de salud,
hospitales, escuelas,
universidades,y otros espacios que puedan estar accesibles a la
comunidad.
- Depresión: qué debe saber
- ¿Vive con alguien que padece depresión?
- ¿Le preocupa que su hijo pueda estar deprimido?
- ¿Preocupado por el futuro? Prevenir la depresión durante la adolescencia y los primeros años de la adultez
- ¿Se pregunta por qué no está contenta tras el nacimiento de su hijo?
- Mantener una actitud positiva y prevenir la depresión durante el envejecimiento
- ¿Conoce a alguien que podría estar pensando en suicidarse?
- ¿Cree que no vale la pena vivir?
Se van a editar en árabe, chino, español, francés, inglés y ruso. Estarán
disponibles en la pagina web de la OMS
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