- El cerebro trabaja más, ya que tiene que bombear más energía a la corteza prefrontal, para superar los efectos de la falta de sueño.
- Se reduce la memoria a corto plazo, dormir poco provoca una fuerte disminución de la memoria de trabajo.
- Provoca la pérdida de memoria a largo plazo, ya que mientras dormimos, nuestro cerebro ordena, integra y da sentido a las cosas que nos han sucedido o que hemos aprendido.
- Se produce pérdida de atención, dormir poco reduce las habilidades de nuestros sentidos y puede desencadenar en accidentes o en pérdidas de concentración en la realización de tareas importantes.
- Se pierde la capacidad de planificar, las pruebas muestran que la capacidad fundamental para decidir cuándo y cómo iniciar o detener cualquier actividad disminuye rápidamente en ausencia del sueño. Por los que dormir poco significa aumentar la incapacidad para tomar decisiones.
- Se acentúan los hábitos, es decir, los que duermen poco tienen dificultades para hacer planes o controlar cómo iniciar o detener acciones y deben recurrir a los sistemas automatizados del cerebro (hábitos). Por lo que, con menos sueño, dependemos de la repetición de acciones en las mismas situaciones.
- Establece un horario regular. Es importante acostarse y levantarse de forma regular a la misma hora, así como realizar las mismas actividades al acostarse para acostumbrar al cuerpo.
- No estés en la cama más tiempo del necesario. Si tienes insomnio y llevas más de una hora en la ama, levántate y cambia de lugar. Puedes ir al sofá a leer, ver una película o tomar un vaso de leche. Vuelve a la cama cuando te encuentres cansado.
- La cama es solo para dormir. No estudies en la cama, ni leas, ni hables por teléfono o veas la televisión. Si lo haces vas a asociar la cama a una actividad y no la vas a percibir como un lugar tranquilo y de descanso.
- Aíslate del ruido y de la luz, pero sin obsesionarte. Es importante que puedas eliminar la luz con la persiana y los ruidos.
- No te abrigues demasiado. Esto es una error muy común, pero cuanto más calor pases, más difícil será conciliar el sueño. Lo mejor es encontrar la temperatura adecuada y asegurarse de que el pijama sea suave, cómodo y holgado.
- No cenes inmediatamente antes de ir a la cama. Evita las comidas azucaradas, con mucha sal o picantes, así como alimentos pesados o la carne roja y los fritos.
- Haz ejercicio con regularidad. El ejercicio y el sueño están muy ligados. Al realizar una actividad física regular conciliar el sueño se hace más sencillo, pero no lo practiques justo antes de ir a dormir.
- Favorece la relajación. Antes de acostarse es importante tener las luces apagadas o tenues, ver o leer algo tranquilo, hacer ejercicios de respiración, meditación o yoga, y olvidar los problemas de trabajo o personales unas horas antes de empezar el sueño.
- No fumes ni bebas alcohol antes de ir a dormir. Esto siempre empeorará la calidad del sueño y perjudicará tu descanso.
NIÑOS |
ADOLESCENTES |
ADULTOS |
Los bebes necesitan dormir entre 16-18
horas diarias |
Los adolescentes deben
descansar entre 8-10 horas diarias |
Los adultos deben
descansar entre 7-8 horas diarias |
Los niños/as entre 10-12 horas diarias |
Tomar el sol durante el día y
acostumbrar al cuerpo a diferenciar el día y la noche |
Evitar tomar cafeína, alcohol o tabaco
6 horas antes de acostarse |
Evitar contar historias de miedo, ya que es
un enemigo del sueño |
Evitar tomar bebidas
estimulantes o chocolate por la tarde-noche. |
No hablar de problemas
o noticias negativas justo antes de ir a dormir. |
Echarlos a dormir a la misma hora todos los días |
No jugar o ver la televisión justo
antes de ir a dormir |
Dormir en una cama adecuada y
confortable |
No dar mucha agua antes de dormir |
Establecer rutinas
para ir a dormir a las mismas horas |
Eliminar al máximo el
ruido y la luz de la habitación |
Evitar que haga mucho calor o mucho frio en la habitación |
No hacer ejercicio físico 4 o 6 horas
antes de acostarse. |
No echar siestas de más de 45 minutos |
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