Ejercicio laboral: guía para el diseño, implantación y evaluación de un programa de ejercicio laboral en la empresa

Los trastornos musculoesqueléticos (TME) abarcan un amplio número de problemas de salud que generalmente se asocian con dolor y limitación de la movilidad y destreza, lo que provoca una disminución en la calidad de vida, deterioro significativo de las capacidades funcionales y una menor participación social.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 1710 millones de personas sufren TME en todo el mundo, siendo el dolor lumbar el más frecuente, con una prevalencia de 568 millones de personas. Son la principal causa de discapacidad en todo el mundo y una de las principales causas de absentismo laboral, así como el problema de salud relacionado con el trabajo más común en la Unión Europea (Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo).

En España, en 2020, los accidentes por sobresfuerzo físico sobre el sistema musculoesquelético representaron un 32,5% del total de accidentes ocurridos en jornada de trabajo con baja y un 6,4% de la población ocupada refirió haber sufrido, en los 12 meses anteriores, un problema de salud ocasionado o agravado por el trabajo (INSST, 2020). En lo relativo a las enfermedades profesionales, los TME supusieron en 2020 el 83% del conjunto de enfermedades profesionales (CEPROSS 2020).

Afortunadamente, hay muchas situaciones en las que estos trastornos son en gran medida prevenibles. Un escenario privilegiado es el ámbito laboral, en el cual la carga de la enfermedad puede ser reducida con el diseño de acciones de prevención de riesgos laborales y la promoción de estilos de vida saludables, como la realización de ejercicio físico con el objetivo de optimizar la salud osteomuscular.

Así pues, la implantación de programas de ejercicio físico en las empresas es un factor más a considerar en los programas de prevención de riesgos laborales y, más concretamente, en los diseñados para reducir los trastornos musculoesqueléticos en el medio laboral.

En este contexto el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) ha editado la guía: Ejercicio laboral: guía para el diseño, implantación y evaluación de un programa de ejercicio laboral en la empresa, cuyo objetivo es proporcionar herramientas a las empresas y profesionales que se encargan de la prevención de riesgos laborales para el diseño, implantación y evaluación de un programa de ejercicio físico adaptado a las condiciones de trabajo y a las características de los/as trabajadores/as de la empresa.


La guía consta de las siguientes secciones:

  • Introducción: datos sobre el impacto de los TME y objetivos de la guía.
  • Trastornos musculoesqueléticos: concepto, consecuencias y factores de riesgo.
  • Bases del ejercicio laboral: beneficios del ejercicio físico laboral y capacidades físicas fundamentales.
  • Objetivos del programa: objetivos generales y acciones específicas.
  • Metodología para la aplicación de un programa de ejercicio laboral: primeros pasos, fases del programa (definición, sensibilización, implantación) y evaluación de la intervención.
  • Conclusiones.
  • Referencias.

Los programas de ejercicio físico laboral deben ser una herramienta que complementa la prevención de riesgos de laborales con el fin de capacitar a las personas para desempeñar su trabajo en las mejores condiciones de salud y evitar lesiones, siempre en puestos de trabajos bien diseñados, seguros y saludables.

Recursos y enlaces de interés





 

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