Cuando se habla de salud se tiende a centrar la mirada en la ausencia de enfermedad. No obstante, la salud engloba muchos más aspectos que simplemente el sanitario. Según definición de la OMS, «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades».
La salud depende en gran medida de las condiciones socioeconómicos, culturales y ambientales en que vivimos, ya que influyen en el acceso a los recursos y oportunidades de que disponemos para mantenernos sanos o restaurar nuestra salud, e incluso en el control que tenemos sobre los mismos. A estas condiciones se las denominan determinantes sociales de la salud, algunos de ellos son la educación, vivienda, trabajo, condiciones ambientales o los servicios sanitarios, entre otros.
Ante la gran variedad de factores que intervienen en nuestra salud, es necesario llevar a cabo actuaciones desde todos los sectores y áreas políticas. Es lo que se conoce como "Salud en Todas las Políticas". Esto significa trabajar de forma coordinada e intersectorial desde muchas disciplinas, buscando un enfoque colaborativo en la toma de decisiones que permitan mejorar la salud de los individuos y comunidades.
Entre los determinantes sociales más importantes se encuentra nuestro entorno, tanto las viviendas como las ciudades o pueblos en que vivimos influyen de manera determinante en nuestra salud física, social o mental. Es importante mejorar y crear entornos que sean fuente de salud y que contribuyan a prevenir enfermedades, posibilitando opciones más saludables que favorezcan el bienestar de las personas y que contribuyan a que desarrollemos hábitos de vida más saludables (zonas verdes, eliminación de barreras arquitectónicas, espacios de encuentro, etc.).
En este contexto, médicos y arquitectos se han aliado para impulsar ciudades más saludables como un factor fundamental en el abordaje integral de la salud.
El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) y el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) han firmado un convenio de colaboración por el cual ambas instituciones se comprometen a realizar acciones conjuntas de carácter formativo y divulgativo para impulsar la creación de espacios y ciudades saludables y reducir el impacto de los factores de riesgo que influyen sobre la salud y el bienestar de la población derivados del calentamiento global.
El cambio climático, tiene importantes consecuencias para la salud de la población debido al incremento de las temperaturas, precipitaciones intensas, aumento de la contaminación, reducción de la biodiversidad, etc. Es necesario tener en cuenta los riesgos que estos fenómenos suponen para la salud de las personas, y adaptar nuestras viviendas, ciudades y pueblos para soportar y reducir su impacto, así como llevar a cabo actuaciones para conseguir que no aumenten de forma crítica e irreversible, e incluso mitigarlos.
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En este sentido, nuestro parque de edificios necesita una profunda transformación para cumplir con los objetivos europeos de cero emisiones de cara a 2050 y estar listo para soportar los efectos del calentamiento global, así como para dar respuesta a las necesidades de la población (accesibilidad, eficiencia energética...). Pero no solo hay que realizar actuaciones en nuestros edificios, el planteamiento urbano tiene que dar también respuestas en materia de salud, promoviendo zonas verdes y espacios preparados para mitigar los efectos del calentamiento global, así como favorecer la accesibilidad, la movilidad sostenible y la cohesión social.
Es por ello, que este convenio entre médicos y arquitectos es tan importante, ya que sumando los conocimientos y esfuerzos de estos dos colectivos de profesionales se puede sensibilizar aún más a la población sobre la importancia de que nuestras viviendas, edificios, pueblos, ciudades y territorios mejoren su calidad y ganen en salud y sostenibilidad, mediante la adecuación de espacios públicos y viviendas.
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