La violencia de género es un problema social que afecta a mujeres y niñas
en todo el mundo. Se refiere a cualquier acto de violencia, basado en el
género, que resulta o puede resultar en un daño físico, sexual o psicológico
hacia las mujeres, incluyendo amenazas, coerción o privación de libertad.
Uno de los tipos de violencia más preocupantes es la violencia sexual ya que es la forma más extendida y menos visible. La violencia sexual atenta contra el derecho a la libertad sexual ya que impone mediante presiones físicas o psíquicas relaciones sexuales no deseadas.
Las manifestaciones que en la actualidad son reconocidas como violencia sexual son: el acoso sexual, las agresiones sexuales, la mutilación genital femenina, la trata con fines de explotación sexual, los matrimonios forzados y la vulneración de los derechos sexuales y reproductivos, junto con aquellos comportamientos vinculados con la cosificación de los cuerpos de las mujeres
Según la ONU, 243 millones de mujeres ha vivido situaciones de violencia física o sexual por parte de su pareja en 2020
La lucha contra la violencia sexual requiere de una perspectiva integral y multidisciplinar; es necesario actuar desde todos los ámbitos, (social, institucional, político, judicial, policial, sanitario, educativo, laboral, etc.), para eliminarla
A nivel institucional, se han realizado esfuerzos significativos para abordar la violencia de género, promover la igualdad de género, prevenir la violencia y brindar apoyo a las víctimas.
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