Informe del Comité Científico de AESAN sobre recomendaciones dietéticas sostenibles y recomendaciones de actividad física para la población española

    El Comité Científico considera que la adopción, por parte de la población española, de un patrón de dieta variada y equilibrada, saludable y medioambientalmente sostenible puede mejorar su estado de salud y bienestar, a la vez que reducir el impacto medioambiental. 

Para ello se recomienda:


    Así mismo como aspecto interesante y novedoso destacar que, las patatas y otros tubérculos deben separarse del grupo de las hortalizas y frutas debido a sus diferentes propiedades nutricionales. Aunque las patatas son uno de los alimentos con menor impacto ambiental, se recomienda su consumo moderado, formando parte de las recetas tradicionales de nuestro país y priorizando el consumo de cereales de grano entero y legumbres como fuentes de hidratos de carbono de digestión lenta.

    También se recomienda priorizar el consumo de alimentos de origen vegetal, frente a los alimentos de origen animal, como fuentes principales de proteínas en la dieta. El consumo de proteína vegetal, principalmente legumbres, debería ocupar una de las raciones proteicas de las comidas principales diarias (comida y cena). La otra ración se puede destinar al consumo de pescado, huevos, lácteos o carne.

    Además, de manera complementaria a estas recomendaciones, se han incluido una serie de consideraciones generales y aspectos a tener en cuenta, con respecto a cada uno de los elementos de la tabla, para una alimentación saludable y medioambientalmente sostenible
    
    Por ejemplo con respecto a los cereales, nos dicen que hay que ampliar el tipo de cereales de consumo: sorgo, mijo, trigo, espelta o trigo sarraceno ya que son variedades de óptima calidad nutricional y su consumo fomenta la diversidad de cultivos, mejorando la resiliencia de los sistemas alimentarios. Su peso por ración recomendado: 40-60 g de pan o 60-80 g en seco de pasta o arroz, es decir 3 o 4 rebanadas o un panecillo y un plato normal.

    Pueden consultar aquí cada uno de los elementos más detalladamente, así como el informe completo.

    Así mismo, en este informe también se recogen las recomendaciones de actividad física dirigidas a distintos grupos de población, según las diferentes etapas de la vida, considerando que la actividad física puede integrarse en el trabajo, las actividades deportivas y recreativas o en los desplazamientos. así como en las tareas cotidianas y domésticas, y que aumentar el número de pasos diarios es también una buena forma de mejorar la salud de todas las personas. 

    A modo de resumen, para mejorar la salud y el bienestar, según la OMS se recomienda:
  • Al menos entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana (andar a un ritmo suave, montar en bici a un ritmo tranquilo...) y entre 75 y 150 minutos en actividad vigorosa (andar a ritmo elevado, montar en bici a ritmo rápido...) para toda la población.
  • Al menos una media de 60 minutos de actividad física moderada al día para la población infantil y adolescente. Esta población debería realizar, al menos 3 días, de actividad física a la semana.
  • La intensidad de la actividad física puede medirse con los equivalentes metabólicos. Existen tablas donde encontrar información detallada para las personas adultas (Ainsworth et al. 2011).
  • El fortalecimiento muscular beneficia a todas las personas. Las personas mayores de 65 años deberían incorporar actividades que den prioridad al equilibrio y la coordinación, para ayudar a evitar caídas y mejorar la salud.
  • Todas las personas pueden beneficiarse de incrementar la actividad física y reducir los hábitos sedentarios.
    Se concluye este informe con el lema de las recomendaciones de la OMS: "!Cada Movimiento Cuenta! (Every Move Counts!).

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