Obesidad infantil

   Un estudio basado en más de 2.000 niños y niñas de Sabadell y llevado a cabo por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Institut Universitari d’Investigació en Atenció Primària (IDIAP Jordi Gol), y publicado en la revista Environment Internationalrelaciona la contaminación del aire, tráfico y ruido en las zonas urbanas, como posibles factores relacionados con el riesgo de obesidad infantil. El 40% de estos niños y niñas presentaba sobrepeso u obesidad. 
 En el estudio se evaluaron la asociación entre los factores urbanos a los que los niños estuvieron expuestos (contaminación del aire ambiental, espacios verdes, entorno construido, densidad de establecimientos de alimentación no saludable, tráfico rodado y ruido del tráfico rodado), y diferentes parámetros tanto de obesidad infantil (índice de masa corporal o IMC, circunferencia de la cintura y grasa corporal) como de comportamientos relacionados con el peso (consumo de comida rápida y bebidas azucaradas, actividad física, comportamiento sedentario, duración del sueño y bienestar). “Los niveles más altos de contaminación del airetráfico y ruido se asociaron con IMC más altos y con una mayor probabilidad de que el niño o niña sufriera sobrepeso u obesidad”. El ruido podría influir en la privación del sueño y aumentar las hormonas del estrés, que están asociadas con el desarrollo físico en la infancia y podrían aumentar el riesgo de sobrepeso. Igualmente la cantidad de establecimientos de alimentación no saludables del entorno se asociaba también a la obesidad infantil, probablemente al favorecer un mayor consumo de comida rápida y una mayor ingesta calórica.

 Es de destacar que el estudio no encontró ninguna relación entre el entorno urbano y el nivel de actividad física desempeñado, comportamiento sedentario u otros comportamientos relacionados con el peso de la población infantil. 

  Otro aspecto novedoso de este trabajo es que ha evaluado diferentes exposiciones urbanas o factores ambientales de forma conjunta y simultáneamente.

  Estudios de este tipo permitirán desarrollar en el futuro programas de promoción de la salud a nivel comunitario que mejoren los comportamientos en la ciudad.

Publicado en : Environment International. Volume 155, 2021.

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