El alcohol
es la sustancia psicoactiva más consumida en España. En el año 2017, el 91% de
la población española de 15 a 64 años declaraba haber consumido bebidas
alcohólicas alguna vez en la vida (94% hombres y 89% mujeres) y el 63% en
losúltimos 30 días (72% hombres y 54% mujeres)). El consumo habitual es el
doble en hombres (uno de cada dos), que en mujeres (una de cada cuatro). La
edad de inicio de consumo se sitúa en 14 años en ambos sexos. En España, el consumo
de alcohol es el 4º factor de riesgo de pérdida de salud (Años de Vida
Ajustados por Discapacidad-AVAD), siendo el 2º en mujeres y el 5º en hombres
además, produjo anualmente 15.489 muertes durante el periodo 2010-2017, siendo
el 74% en hombres.
El consumo de alcohol es uno de los
principales factores de riesgo de enfermedad, siendo el principal factor de riesgo en la población
de 15-49 años, a nivel mundial el 3,8% de las muertes en mujeres y 12,2% en
hombres,fueron atribuibles al consumo de alcohol en 2016. Contribuye al
desarrollo de más de 200 problemas de salud y lesiones, incluyendo enfermedades
cardiovasculares,hepáticas, neuropsiquiátricas, y enfermedades transmisibles
entre otras.
Pero el
impacto del consumo de alcohol va más allá de la salud de la persona que
consume, ya que también puede producir daños a terceras personas (accidentes de
tráfico,violencia, Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal(TEAF), etc.), así
como a la economía y a la sociedad en su conjunto (desempleo, conductas violentas,pérdidas
de productividad, etc.). Además, tanto la distribución de su consumo, como sus
consecuencias, se presentan de manera desigual en la sociedad, afectando
principalmente a los grupos más desfavorecidos y potenciando las desigualdades respecto
al nivel socioeconómico, etnia, edad o género. El impacto de las consecuencias
del consumo de alcohol, tanto sobre la salud como sobre el entorno en los
primeros años, puede determinar todo el curso de la vida.
Para reducir
los daños producidos por el consumo de alcohol es necesario un abordaje
intersectorial, según se recoge en iniciativas internacionales como la Estrategia mundial para reducir el
uso nocivo del alcohol y la iniciativa SAFER de la Organización Mundial de la
Salud (OMS). En esta línea, en España, el Ministerio de Sanidad puso en
marcha la Estrategia de Promoción de la
Salud y Prevención en el Sistema Nacional de Salud que incluye el abordaje
del consumo de alcohol como uno de los principales factores de riesgo para el
desarrollo de enfermedades crónicas o no transmisibles. Además, la reducción de
los daños derivados del alcohol, especialmente en los más jóvenes, es una
prioridad en la Estrategia Nacional de Adicciones 2017-2024.
Por ello, el Ministerio de Sanidad en colaboración con un grupo de personas expertas ha realizado una revisión de la evidencia disponible mediante la creación de tres grupos de trabajo. El objetivo de este documento es actualizar el límite de consumo de alcohol de bajo riesgo, con el fin de disminuir los problemas de salud, lesiones, daños a terceraspersonasy consecuencias sociales y económicas desu consumo.Con los resultados y conclusiones de la revisión de la evidencia se han elaborado mensajes clave, dirigidos a población general sana mayor de 18 años.
En
conclusión, solo se evitan los riesgos asociados al
consumo de alcohol si no se consume. Por lo tanto, si no se consume la
recomendación es no empezar a hacerlo. Si se consume, se recomienda reducirlo
al menos por debajo de los límites de bajo riesgo, dejando algunos días a la
semana libres sin alcohol y evitando completamente realizar episodios de
consumo intensivo. En definitiva, “si se consume alcohol, cuanto menosmejor”.
Es importante destacar que el riesgo del consumo de alcohol es un continuo y
que cualquier consumo de alcohol implica un riesgo. Por tanto, el mensaje de
reducir el consumo de alcohol por debajo de los límites de bajo riesgo, no debe
llevar a la falsa impresión de que este consumo no tiene riesgo, lo que podría
animar a las personasque no consumen a empezar a consumir y a las que lo hacen por
debajo de ese límite a aumentarlo.
Para ejercer
una verdadera libertad de elección y poder tomar decisiones razonadas, se debe
disponer de una información completa y veraz sobre los beneficios, riesgos,
costes y las consecuencias propias y ajenas del consumo de alcohol.
Se puede consultar el documento completo "Limites de consumo de bajo riesgo de alcohol", materiales gráficos para la ciudadanía y para profesionales sanitarios a través del siguiente enlace
Comentarios
Publicar un comentario