Los residentes de las residencias
se encuentran en una situación de vulnerabilidad ante la infección por COVID-19
por varios motivos:
·
Habitualmente presentan patología de base o
comorbilidades.
· Suelen ser de edad avanzada.
·
Tienen contacto estrecho con otros convivientes
y sus cuidadores.
·
Pasan mucho tiempo en entornos cerrados.
En Aragón, como en el resto de
comunidades autónomas, las personas que residen en residencias, sobre todo
residencias de mayores, han sido los más afectados. De los 166 brotes
producidos en Aragón a fecha 21/04/2020
140 corresponden a residencias de mayores o institucionalizados.
El mecanismo de transmisión
principal del COVID-19 es por contacto directo con gotas respiratorias mayores
de 5 micras que se generan cuando una persona infectada tose, estornuda o habla
y estas secreciones entran en contacto con la nariz, ojos o boca de otras
personas. Estas gotas se depositan en superficies próximas al enfermo y pueden
permanecer entre varias horas y días; a través de las manos podemos
contagiarnos si nos tocamos la cara después de tocar superficies contaminadas.
En los centros sociosanitarios se
produce un contacto estrecho entre cuidadores y entre residentes, por lo que
cobran gran importancia las medidas de prevención encaminadas a prevenir la
infección.
La higiene de manos frecuente con
agua y jabón o con soluciones
hidroalcohólicas, procurar mantener una
distancia física de 2 metros con el resto, una adecuada higiene respiratoria,
el uso de mascarillas quirúrgicas por parte de los cuidadores y una limpieza y
desinfección de aquellas superficies de uso frecuente como pomos puertas,
barandillas, botoneras de ascensores….. son medidas generales dirigidas a
prevenir la transmisión del virus entre los residentes.
Al mismo tiempo es importante
realizar el aislamiento de las personas que presentan síntomas lo antes
posibles y tomar las medidas necesarias para prevenir el contagio. En este
punto los trabajadores de las residencias tienen un papel fundamental puesto
que pueden actuar como un vector de transmisión.
Cuando aparece más de un caso se recomienda
realizar un aislamiento de cohortes, ubicar a los residentes con COVID-19
agrupados en una zona de la residencia con el objetivo de generar un doble
circuito de atención uno para los residentes COVID-19 y otro para el resto, de
forma que se procura que no se mezclen ni personal ni material de ambos
circuitos y de esta manera disminuir la probabilidad de transmisión de la
enfermedad.
Conjuntamente con el Departamento
de Ciudadanía hemos realizado una Guía para centros residenciales dirigida a la
prevención y control de la infección por COVID1-19 con recomendaciones
dirigidas a la atención a residentes con y sin infección por COVID-19 y
orientaciones acerca de cómo realizar la sectorización en aquellos casos en los
que haya que realizar aislamiento de cohortes con el objetivo de generar dos
circuitos de atención independientes.
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