Polinosis. Cómo sobrellevar la alergia al polen.

La alergia es una susceptibilidad especial de algunas personas que hace que respondan de una forma exagerada a agentes externos denominados alergenos. Entre los factores desencadenante más comunes de la alergia se encuentran el polen de la plantas, algunos alimentos, contacto o picadura de ciertos animales, productos químicos, y en general cualquier sustancia que sea capaz de producir una respuesta excesiva de nuestro sistema inmune.

Si bien las alergias se producen durante todo el año, su efecto se multiplica durante la primavera como consecuencia de la polinización. La alergia al polen se denomina polinosis.

Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) las enfermedades alérgicas por pólenes afectan en nuestro país a más de ocho millones de personas. Presenta una mayor incidencia sobre los jóvenes, y en ambientes urbanos (parece que la contaminación atmosférica tiene un efecto potenciador sobre esta sintomatología).

En general, los pólenes que más suelen afectar son las gramíneas seguidos en orden decreciente por el olivo, arizónica, plátano de sombra, salsola y parietaria. Los pólenes de los árboles son los predominantes durante el invierno y principios de la primavera, los pólenes de las gramíneas durante la primavera y los de las malezas durante el verano y otoño.

 

La polinosis o alergia al polen pude afectar a diferentes órganos; cuando afecta a la nariz, produce una inflamación, caracterizada por estornudos, picor, congestión, secreción y obstrucción nasal. 

Es frecuente también que se vean afectados otros tejidos, provocando inflamación en los ojos (conjuntivitis), picor de paladar, de garganta y de oídos. Este conjunto de síntomas se conoce como "fiebre del heno".

Si la inflamación afecta a los pulmones, se produce tos, dificultad para respirar, sensación de opresión torácica y pitidos. Situación denominada como asma polínico. 

El clima puede influir en los síntomas de la polinosis. Los síntomas alérgicos a menudo son mínimos en los días de lluvia por un efecto de barrido atmosférico, así como en días nublados o sin viento, porque el desplazamiento del polen se dificulta en estas condiciones. Sin embargo, el tiempo cálido, seco y con viento favorece su mayor dispersión y, en consecuencia, mayores síntomas alérgicos.

Alguna medidas que podemos tomar para prevenir o minimizar los síntomas de este tipo de alergia son: 

  • Mantener las ventanas cerradas, sobre todo por la noche, para prevenir que entre el polen en  casa. Si es necesario, usar aire condicionado ya que limpia, enfría y seca el aire.

  • Minimizar las actividades al aire libre a primera hora del día  porque generalmente el polen se emite entre las 5-10 a.m.

  • No colgar ropa a secar al aire libre. El polen puede acumularse en ella.

  • Procurar estar en interiores cuando el recuento de pólenes sea alto.

  • Mantener las ventanas del automóvil cerradas al viajar.

  • Procurar ir de vacaciones durante el período de mayor intensidad de la temporada de polen a la playa o el mar

  • Tomar los medicamentos recetados por el médico, de forma regularmente y a la dosis recomendada.

  • No tomar más medicamento de lo recomendado con el objeto de disminuir los síntomas.

  • No cortar el césped ni ponerse cerca cuando esté recién cortado; el corte del césped agita el polen.


Fuentes y recursos: 

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