El pasado 15 de mayo se activó el PLAN NACIONAL DE ACTUACIONES PREVENTIVAS DE LOS EFECTOS DEL EXCESO DE TEMPERATURAS SOBRE LA SALUD 2023.
El objetivo de este Plan Nacional, el cual se viene desarrollando desde el año 2004, es el de prevenir los efectos de las altas temperaturas sobre la salud.
El calor excesivo puede alterar nuestras funciones vitales si el cuerpo humano no es capaz de compensar las variaciones de la temperatura corporal. Algunos de los problemas de salud que se pueden producir son calambres, deshidratación, insolación y golpe de calor (con problemas multiorgánicos que pueden incluir síntomas tales como inestabilidad en la marcha, convulsiones e incluso coma).
El plan considera tres factores de riesgo asociados a las altas temperaturas: factores personales, ambientales y locales.
En relación con los factores personales, los colectivos más vulnerables son los menores, las personas mayores, las embarazadas y las personas que presentan patologías crónicas de base
En cuanto a los factores ambientales, situaciones como la dependencia, aislamiento, marginación, bajos recursos económicos, discapacidad, la realización de trabajos o deporte en el exterior, etc... agravan todavía más la situación de vulnerabilidad ante las temperaturas excesivas.
Si bien, los factores indicados anteriormente actúan de forma general, los factores locales como la demografía, que determina la composición de la pirámide de población y, por tanto, la importancia de los grupos más susceptibles; y la climatología, en la medida en que las personas se adaptan al clima local, son factores decisivos ya que condicionan la temperatura de confort, las temperaturas umbrales a considerar y la asociación temperatura-mortalidad.
Los mecanismos de adaptación de la población a las temperaturas excesivas hacen necesaria la revisión periódica de los umbrales de temperatura, siendo los mostrados en el siguiente mapa los propuestos para este año.
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